JUAN JOSÉ FERNÁNDEZ-SANTIAGO
Veguellina de Órbigo, (León).
1943. Invierno en las orillas del río Órbigo.
Entonces se nacía en casa.
Y yo nací en casa, en la casa familiar de mis antepasados en donde una parte de mi espíritu sigue habitando desde aquel día.
Cito el río y la casa porque han sido elementos muy responsables de determinados temas que he desarrollado abundantemente a lo largo de mi trayectoria pictórica: arboledas, aguas, desvanes, rincones cargados de tiempo y de misterio... He pretendido captar y mostrar el espíritu de las imágenes que habitan desde siempre en lo más profundo de mis recuerdos.
Trasladé a mi obra, utilizando forma y color, ese mundo provocador de sensibilidades y de belleza que comenzó a invadirme en la infancia.
Y en un momento en el que ya mis últimos horizontes están más cerca, tengo la sensación de haber cumplido bien, a través de mi obra, con la inmensa riqueza espiritual del paisaje, el misterio del pasado, el entorno acogedor y el ansia de comunicación, elementos estos que despertaron en mí la instintiva necesidad de conectarme con el prójimo a través del Arte.
Mi gran convicción, hoy, es que he sido comprendido.
Nunca pretendí más grandeza que la de mostrar mis cuadros exposición tras exposición, de tú a tú con el espectador que se acerca a contemplar mi obra, sin competir por premios o reconocimientos institucionales. Me he comportado como un trabajador ensimismado empeñado en ofrecer al prójimo el toque mágico que produce la contemplación de la belleza.
Y como ya no estoy en tiempo de falsas modestias ni de presunciones inútiles, digo abiertamente que tengo la satisfacción inmensa de haberme comunicado con los demás pintando, a través de la Abstracción o del Realismo, el espíritu de las cosas y el alma de los conceptos.
Finalmente, mi agradecimiento sincero a quienes se asoman a esta página. Espero que en ella encuentren algo de lo que he pretendido transmitir durante toda mi vida artística.
Iré renovando textos y cuadros de tal modo que, de vez en cuando, ofrecerá algo nuevo a quienes tengan la amabilidad de repetir su visita.
Juan José Fernández-Santiago.